
>
1 Co.2.13
Y nosotros no hemos recibido el espíritu
del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para
13 que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también
hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual
14 a lo espiritual.
Escucha predicaciones evangélicas
Escucha con windows media player
escucha con winamp
Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la
carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el 17
del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para
que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el 18
Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de 19
la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contien- 20 escucha radio haz clik en la imagen
das, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, 21
orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto,
como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios.
Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para
nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos co-
7 diciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está
escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a
8 jugar. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y
I Corintios 10. 9–31
cayeron en un día veintitrés mil. Ni tentemos al Señor, como 9
también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes.
Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y 10
perecieron por el destructor. Y estas cosas les acontecieron 11
a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que 12
piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido 13
ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que
no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino
que dará también juntamente con la tentación la salida, para
que podáis soportar. Por tanto, amados míos, huid de la ido- 14
latría.
Col.1.3
Col.1.3
para que andéis como es digno 10
del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena
obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con 11
todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia
y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que 12
nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en
luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y 13
trasladado al reino de su amado H¼o, en quien tenemos re- 14
dención por su sangre, el perdón de pecados.
1 pe,2.1
Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, 2
envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién 2
nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benig- 3
nidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva, desechada 4
ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como 5
casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual 6
también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal
piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en
él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, 7
él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los
edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
2. 8–25 I Pedro 1672
8 y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan
en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también
9 destinados. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis
las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
10 admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero
que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais
alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado miseri-
11 cordia. Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos,
que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el
12 alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los
gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al
13 considerar vuestras buenas obras. Por causa del Señor someteos
a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior,
14 ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los
15 malhechores y alabanza de los que hacen bien.
Ro.5.20
así también nosotros andemos en vida nueva. Porque
si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza
de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrec-
6 ción; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destrui-
7 do, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que
8 ha muerto, ha sido justificado del pecado.